Escogí los colores proceros de nuestra noble bandera, hoy ultrajada y prostituida, como también está la patria por quienes en nombre de una Revolución que tomó el nombre de nuestro insigne libertador, logró mancillar sus postulados, como los fueron su amor a la libertad y su desprendimiento por hacer del poder la razón de su vida.
Hugo Chávez y sus conmilitones que le acompañan en este delirio antihistórico como es el de hacer que nuestra patria se humille ante Fidel Castro, cadáver insepulto, a tal punto que hasta nuestro otrora ejercito libertador está subordinado al régimen sanguinario cubano.
El amarillo de nuestra historia enarbolado en nuestra bandera que representa las riquezas naturales con que la madre naturaleza dotó a esta noble patria hoy en rumbo a un ex país, sólo ha servido para que este atajo de malandros que hoy desangran a Venezuela, tierra de héroes que nos hicieron libre de cualquier imperio extranjero, se hayan millonarios con el dinero que es de todos los venezolanos.
En nombre de una soberanía mal entendida, el pérfido Hugo Chávez ha entregado nuestra principal riqueza, como lo es el petróleo, a una potencia ideológica como lo es Cuba, para que el abominable embajador cubano se ria ante nuestras narices porque él y la cueva de trogloditas en que convirtieron a Cuba hagan uso de nuestras riquezas mientras que aquí nos hundimos cada vez más bajo la mirada complaciente de los poderes públicos que debieran velar porque se cumpla la Constitución y las Leyes como lo es principalmente la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremo compuestos ambos por un enjambre de vástagos de meretriz.
Simón Bolívar nos libertó del Imperio Español, pero sí nos legó una autentica soberanía, pues, no se entregó a otro imperio, como han hecho Hugo Chávez y sus maleantes bolivarianos, que persisten en entregarnos a Cuba y a Rusia, pero que a pesar de satanizar a los Estados Unidos de todos los males de Latinoamérica y del mundo, sin embargo aman y se desviven por los dólares de los pitiyankees como los llaman.
Flotas del Imperio ruso pisotearan nuestra soberanía marítima, unos mares que algún día surcaron nuestros navíos venezolanos para legar más libertad y felicidad. Farsantes, ya sus patrañas nos se los cree el pueblo que ve con desilusión como las esperanzas que un día les hicieron de un futuro mejor, se diluyeron en los vapores de la frustración. ¡Pueblo a ponerse la pilas el 23 de Noviembre! todos podemos construir un nuevo amanecer de libertad y progreso y batir contra el suelo y como dice un famoso periodista, bajarlo del pedestal en que él y sus acólitos lo subieran, para desde allí, vender el honor y soberanía de nuestra patria, a Chávez hay que detenerlo en este proyecto demencial con el cual pretenden perpetuase en el poder y convertirnos a todos los venezolanos en esclavos no solo de él sino de países extranjeros como Rusia, Cuba e Irán, país éste, donde reina la barbarie.
Ya el rojo de nuestra Bandera que representa la sangre de los próceres gloriosos que nos dieron la libertad, ya tiene otro sentido porque ahora el pueblo cae y riega con su sangre el suelo de la patria, debido a la delincuencia desatada, que con este gobierno tomó dimensiones alarmantes, por la impunidad y el odio que promueve con tal de lograr sus perversos propósitos.
El rojo que Chávez y sus matones promueven, es el de querer aplastar todo intento de querer salir de él así sea con los votos que es el arma del pueblo, con las armas que compra a rusos e iraníes así como a chinos.
Estas armas y todos los tretas que Chávez utilice, no le servirán de nada cuando todo el pueblo decidido a ser libre, dé el primer paso para lograrlo el próximo 23 de Noviembre porque simplemente donde el comunismo triunfa la libertad muere, viva Venezuela, abajo Chávez y militares vende patrias.
Siguiendo los pasos de la movida urbana en New York, Paris, Berlin, Londres, Buenos Aires y Caracas, hemos decidido convocar la primera "Pelea de Almohadas" en Valencia con la finalidad de recuperar nuestros espacios urbanos. No hay edad ni sexo limitativo. ¡A caernos a almohadazos! 
